BENCIONES

BENCIONES

sábado, 18 de enero de 2014

No basta admirar a jesus





No basta admirar a Jesús
Si Jesús hubiese querido enriquecerse cobrando cuantiosas sumas por sus pródigos y sanidades milagrosas habría sido el hombre más rico del mundo; seguramente que multitudes habrían peregrinado de tierras lejanas para recibir curación, no importando precio ni esfuerzo. Otros, simplemente habrían pagado por presenciar el espectáculo. No obstante, y lejos de manifestar en lo más mínimo este mezquino interés, Jesús tuvo -él mismo- que pagar aun con su vida por hacer gratuitamente estos favores a los hombres; enseñando además a sus discípulos a seguir este ejemplo. Léase: ...ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis...Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis si las hiciereis (Jn. 13:15,17).
Contrario a las enseñanzas de Jesús, muchos se han enriquecido a costes del evangelio; otros han torcido la interpretación de las escrituras enseñando a buscar los bienes materiales como la gran bendición de Dios, ignorando que ésta no se mide por los valores materiales sino espirituales; y muchas aplauden estas erróneas interpretaciones apoyados más en su propia avaricia que en verdad de las escrituras, según leemos: ...hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales...(1 Ti. 6:5). ¿Que le parece?, ¿fue esto solamente para los primeros cristianos, o también para los que hemos alcanzado el final de esta era?
Jesús renunció a todo.
...siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo...hecho semejante a los hombres (Fi. 2:6-7). Para venir a este mundo Cristo renunció al hecho de ser Dios mismo, mediante la operación de uno de los misterios más grandes; según leemos: ...grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne... (1 Ti. 3:16).Despojándose de sus atributos divinos se hizo increíblemente un ser mortal; y disfrazado de hombre vivió entre los hombres, pero debido a sus pecados no le conocieron, según leemos;En el mundo estaba, y el mundo por él fue hecho; pero el mundo no le conoció (Jn. 1:10). En el mundo no buscó ostento ni fama -cosas añoran los hombres- sino que nació en el mísero pesebre de una mísera aldea. Los padres terrenales que escogió para que fuesen sus tutores no fueron príncipes de este mundo sino personas muy sencillas y pobres; tampoco se instruyó a los pies de ningún sabio estimando como superior el conocimiento de Dios. Cuando escogió discípulos buscó gente sencilla y menospreciada por la sociedad, gente calificada como vulgo. Después de ello inició su grandioso ministerio enfocando su atención principalmente a los pobres como la razón más poderosa de su misión. Leamos: ...juzgará con justicia a los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra... (Is. 11:4). Su principal caminar era por las aldeas, según leemos: y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes (Lc. 9:6). No por ello quiere decir que salvaba a todos los pobres por ser pobres, sino enseñaba que dentro de ellos que están los más necesitados de Dios a quienes él escogería; como asegura la Palabra: ...¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en la fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman? (Stg. 2:5). Santiago -hermano en la carne de Jesús- impregna en este libro el singular estilo de Cristo, de quien tenía su misma doctrina respecto a los pobres.
¿Quiénes de verdad siguen a Cristo?
Un verdadero discípulo de Cristo so sólo admira lo que él hizo, sino está dispuesto a imitar en todo a su maestro; según leemos: El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo (1Jn. 2:6). Aunque el mundo ha estado lleno de admiradores de Jesús, a quien le cantan y vitorean; son demasiado pocos los que están dispuestos a imitarle efectivamente, como lo enseña el apóstol Pablo: Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo (1Co. 11:1). No basta, pues, con hablar de su abnegación y renuncia, porque Él demanda lo mismo a quienes le siguen: ...si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame... Porque ¿qué aprovechará al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiera su alma?... (Mt. 16:24,26). Note usted que para alcanzar a Cristo y su salvación hay que estar también dispuestos a perder las glorias que este mundo ofrece.
Cuando Cristo se refería a los ricos, decía: ...¡cuan difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! ...Más fácil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios. Ellos se asombraron aun más, diciendo entre sí: ¿Quién, pues, podrá ser salvo? (Mr. 10:23,25-26). Aunque muchos han pretendido atenuar el contenido de estas palabras, note usted que aun sus discípulos -sin ser ricos- dijeron: ¿quién podrá ser salvo? lo cual quiere decir que la inclinación de los muchos a la avaricia -deseo de tener más- es común en la raza humana.
¿A quiénes mira Jesucristo?
Los ojos de Jesús nunca se dirigieron a las grandes ciudades ni a los ricos, porque no necesitan de Dios; los dioses de ellos son otros, según leemos: Porque escudo es la ciencia y escudo es el dinero... (Ecl. 7:12). Respecto a la ciencia, dice: ...evitando las profanas pláticas sobre cosas vanas, y los argumentos de la falsamente llamada cienciala cual profesando algunos, se desviaron de la fe... (1 Ti. 6:20-21) y respecto al dinero, dice: ...el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe... (1 Ti. 6-10). Note, que ambos cosas desvían a los hombres de la fe. Resuelta antagónico el surgimiento de grupos cristianos que promueven el poder político y la prosperidad económica como señal de la bendición de Dios, bajo este punto de vista, tanto Cristo como Pablo y demás discípulos vivieron bajo maldición, pues rechazaron la gloria de los hombres para vivir como pobres. Léase: ...ni pongan la esperanza en las riquezas, las cuales son inciertas... Que hagan bien, que sean ricos en buenas obras... que echen mano de la vida eterna (1Ti. 6:17-19). No basta con admirar a Jesús, ni siquiera con entender su doctrina; hay que seguir su ejemplo, si es que valoramos más la vida eterna que la vida en este mundo.

                   


¿Lo entiende usted?

Secretos de un guerrero de oracion











LA ORACIÓN




Cuando el ser humano ingresa a las filas del evangelio tiene por anhelo experimentar un nuevo cambio de vida y muchas promesas departe de Dios 

 pero también se enfrentara aun enemigo que tiene como  deseo destruir y bloquear todos los planes de  Dios que por cierto son de paz y de éxito y triunfo si deseamos lograr ser cristianos verdaderos es necesario tener un arma muy poderosa que nos dejo nuestro Dios. la oración recuerda  que  el señor Jesucristo nos compara como un soldado.

Efesios.6:11 Bestios de toda la armadura de Dios  Eso quiere decir que tenemos guerra espiritual que nos impide crecer espiritualmente.


Tu te preguntaras porque no puedo orar como los demás?

Porque mis oraciones  no son contestadas?
Como es la oración correcta que le agrada a Dios?
Escuchara Dios todas las oraciones?
Después de que tiempo es escuchada las oraciones?
que hora debe ser la oración?
Influye la oración en un cristiano?
que requisitos debo tener para que mi oración sea escuchara?

Todo lo que quieres saber de la 
oración


Que es la oración?


Es Hablar con Dios
Daniel 9:20 Aún estaba hablando y orando, y confesando mi pecado y el pecado de mi pueblo Israel, y derramaba mi ruego delante de Jehová mi Dios por el monte santo de mi Dios;
¿Cuando y donde debemos orar?     
Dios esta presto a escucharnos a toda ora y en cualquier lugar 
ALGUNOS EJEMPLOS DE NUESTRO HERMANOS
2Cr 7:15 Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, a la oración en este lugar:             
  En el templo  pues aun edras oraba en el templo.
Jonas Oro estando en angustias dentro del pez en un momento desesperante de su vida.
Pablo oro estando en la cárcel
El rey david estando ya anciano Oraba en su lecho.

¿Cual es la posición correcta para orar?


Salmos 95:6 Venid, adoremos y postrémonos;
Arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor.
95:7 Porque él es nuestro Dios;


¿Cuanto tiempo de ve ser la oración?

Por las mañanas
Salmos 63:1 Dios, Dios mío eres tú;
De madrugada te buscaré;


Por las tardes


Salmos 55:17 Tarde y mañana y a mediodía oraré y clamaré,
Y él oirá mi voz.


Por las noches


88:1 Oh Jehová, Dios de mi salvación,
Día y noche clamo delante de ti.
88:2 Llegue mi oración a tu presencia;
Inclina tu oído a mi clamor.


Daniel oraba tres veces al dia y llego hacer un gran  líder recuerda que Dios honra alos que  le honran


Necesitan aprender como orar


INTERSECION

Efesios 6:18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;

ACCION DE GRACIAS

Efesios 5:20 dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 


CONFECION


1Juan 1:9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad. 


ADORACIÓN

Salmos 146:1 Alaba, oh alma mía, a Jehová.


Donde y cuando debemos orar

Editó.  Her.  Ruth.O.Q  

Déjanos tu comentario y las preguntas bíblicas  que necesitas aprender estamos para ayudarte .continuaremos mas adelante sobre la oración muchas bendiciones para tu vida ..


jueves, 16 de enero de 2014

El amor al dinero

Todo lo que viene de arriba es bendición, hermano.” Esta frase es muy común entre los que nos hacemos llamar “cristianos evangélicos”.
Cayó una avioneta de los narcos en la costa atlántica de Nicaragua. Una avioneta procedente de Colombia, cargada de cocaína. Cocaína con rumbo al norte. Cocaína que sería consumida por los drogadictos en las calles de alguna ciudad norteamericana. Cocaína por la cual algunos tal vez hasta habían matado y robado. Pero cayó en manos de “cristianos evangélicos” que viven cerca de la costa atlántica de Nicaragua…
¿Y qué pasó con esa cocaína ya en manos de personas que bien podrían levantarse en el culto el domingo por la mañana y dar un testimonio impresionante? Es asombroso saber que ahora en la costa atlántica hay bellos edificios “dedicados a Dios”. Construidos con el dinero procedente de la venta de la droga.
Es asombroso también saber que hay lugares donde la droga viene por los sacos llenos a la casa del pastor cuando se sabe que la policía viene a revisar cierto poblado. Pues, ¿quién pensaría que la droga estuviera en la casa del pastor? Pero, ¿realmente será de extrañarse que sucedan cosas así en las comunidades “cristianas” en la costa atlántica de Nicaragua? Tengamos muy presente que en otras partes del mundo los “cristianos”:
 • Roban al cobrar altos intereses.
• Se hacen ricos a costa del duro trabajo de los pobres.
• Mienten para hacer negocios lucrativos.
• Afirman que las riquezas son bendición de Dios.
 “Todo lo que viene de arriba es bendición, hermano”, dicen. No. Realmente no es de extrañarse que existan “cristianos” que venden la droga que cayó del cielo en su comunidad.
Pongámonos de acuerdo en un punto muy esencial: La raíz de todos estos “males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores” (1 Timoteo 6.10). La Biblia está en los cierto cuando afirma que “los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición” (1 Timoteo 6.9).
¿Ama usted al dinero? ¿Caería usted en la trampa del diablo, la cual tiene el dinero como carnada? O, ¿tal vez usted ya cayó en la trampa?
Lastimosamente, el empuje más grande en muchísimas iglesias evangélicas en la actualidad es una sola cosa: el dinero. Por ejemplo, gran parte de las campañas evangelísticas se llevan a cabo, no porque el evangelista verdaderamente ama las almas perdidas, sino porque busca sus ofrendas. Incluso su afán por defender la teología propia de su denominación, así atrayendo a otros y protegiendo a sus fieles, es por lo mismo.
“La teología de la prosperidad”, como la conocemos hoy en día, no es nada nuevo. Este error ha estado con nosotros desde el tiempo de Constantino. Él creía que ya que los cristianos son hijos del Rey, entonces ellos deberían tener templos mucho más bonitos que los templos de los paganos. Pues los paganos adoran a dioses muertos, mientras que los cristianos adoran al Creador del cielo y la tierra. Constantino también se asombró que los pastores eran muy pobres, pues daban gratuitamente de su tiempo para la obra, además de trabajar. Y desde ese entonces hay ministros de la palabra a quienes les dan un sueldo por sus labores en la iglesia.
Esta teología de la prosperidad se ha difundido como nunca antes desde la década de los setenta.
Como punto de partida, los seguidores de esta doctrina usan textos del Antiguo Testamento que prometen la prosperidad material a los que siguen a Dios (Malaquías 3.8–12; Deuteronomio 11.13–15; 28.1–14, entre otros). Afirman que ya que somos hijos del Rey, debemos tener de todo, pues Dios no quiere, según dicen ellos, ver a ninguno de sus hijos en la pobreza. Apoyan esta afirmación citando versículos como Deuteronomio 28.12–13:
“Te abrirá Jehová su buen tesoro, el cielo, para enviar la lluvia a tu tierra en su tiempo, y para bendecir toda obra de tus manos. Y prestarás a muchas naciones, y tú no pedirás prestado. Te pondrá Jehová por cabeza, y no por cola; y estarás encima solamente, y no estarás debajo”.
Y, según dicen los partidarios de esta creencia, ¿cómo puede uno llegar a tener todas estas bendiciones económicas? Por medio de ofrendar, ¡por supuesto! Lógico, de lo mejor que uno tiene... Y no te preocupes por la pérdida porque al que tiene fe, se le recompensará todo lo ofrendado, con creces abundantes. Carro… casa grande… una moto… computadora. Al que tiene fe, ¡se le concederá todo esto y mucho más!
“¿De veras?”, pregunto.
Bueno, por lo menos al que tiene este tipo de fe, ¡al pastor de él se le concederá todo esto y mucho más!
Es increíble que tantas personas se dejan engañar por estas promesas de pastores amigos del dinero. Pero es porque las personas en sus iglesias también son igualmente amigos del dinero. Dan con el motivo de recibir.
Esta avaricia de tener más de lo que uno tiene apela mucho a la naturaleza pecaminosa. ¿Quién no quisiera tener de todo y pasarse la vida al suave? ¿Quién no quisiera poder ofrendar un poquito y recibir bastante? Pero eso no es lo que nos enseña el Nuevo Testamento. Más bien dice: “Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma” (2 Tesalonicenses 3.10).
Ya no vivimos bajo el Antiguo Testamento. Ahora Dios nos manda arrepentirnos de todo lo que huele a amor al dinero. Lo cierto es que el Nuevo Testamento, en lugar de promover riqueza personal, dice:
• “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón” (Mateo 6.19–21).
• “Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré” (Hebreos 13.5).
• “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto” (1 Timoteo 6.6–8).
• “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6.33).
• “No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él” (1 Juan 2.15).
• “¡Cuán difícilmente entrarán en el reino de Dios los que tienen riquezas! Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (Lucas 18.24–25).
• “Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios” (Lucas 6.20).
Estos versículos no nos dejan con ninguna duda de lo que enseña el Nuevo Testamento con respecto al amor del dinero. Y el ejemplo de Jesús y otros en el Nuevo Testamento coincide perfectamente. Veamos:

JESÚS

Murió dejando solamente la ropa que llevaba. No tenía ni donde “recostar su cabeza” (Mateo 8.20). Fue enterrado en un sepulcro ajeno. De él se dijo: “Por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico” (2 Corintios 8.9). Su enseñanza fue: “Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20.35). Mi pregunta entonces: ¿Por qué los seguidores de él deberían hacerse ricos, ofrendando para obligarle a Dios que les dé más?

PABLO

Fue evangelista internacional. A veces había hermanos que le mandaban donativos para que pudiera seguir con la obra (Filipenses 4.10–19). No obstante, él pudo decir:
• “Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros, ni comimos de balde el pan de nadie, sino que trabajamos con afán y fatiga día y noche, para no ser gravosos a ninguno de vosotros; no porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis” (2 Tesalonicenses 3.7–9).
• “Ni plata ni oro ni vestido de nadie he codiciado. Antes vosotros sabéis que para lo que me ha sido necesario a mí y a los que están conmigo, estas manos me han servido. En todo os he enseñado que, trabajando así, se debe ayudar a los necesitados, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: Más bienaventurado es dar que recibir” (Hechos 20.33–35).
Mi pregunta entonces: ¿Por qué este famoso evangelista internacional nunca tuvo grandes riquezas? Si hubiera seguido al dios que siguen muchos “evangelistas” hoy, él hubiera andado en su propio barco, los mejores caballos… En lugar de eso, sufrió hambre y sed, frío y desnudez (2 Corintios 11.26–27).

EL MENDIGO

Vivió en la pobreza más miserable. Sufría de enfermedades crónicas. Sin lugar a duda, fue hijo de Dios porque cuando murió, fue llevado directamente “al seno de Abraham” (véase Lucas 16.19–31). Mi pregunta entonces: ¿Por qué este hijo fiel del Rey vivió en tanta miseria estando aquí en la tierra?

LA VIUDA

Ella ofrendó todo lo que tenía (Marcos 12.41–44). Todo lo que tenía sumaba sólo dos moneditas de muy poco valor. Jesús hizo elogios de ella por su buena disposición de dar, pero la Biblia en ninguna parte nos dice que él la bendijera posteriormente con riquezas materiales. Mi pregunta entonces: Si la viuda era hija del Rey, ¿por qué vivía en tan profunda pobreza? ¿Por qué Jesús no la bendijo con bendiciones materiales en abundancia?

LOS POBRES SEGÚN EL MUNDO

“Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?” (Santiago 2.5). Los pobres según este mundo son elegidos por Dios, pero siguen siendo pobres. Mi pregunta entonces: Si Dios los eligió como sus hijos, ¿por qué no les dio riquezas también?
***
El Nuevo Testamento dice que Dios suplirá lo que necesitamos. Pero habla de lo básico: sustento y abrigo. El ser humano, en cambio, quiere más, y más, y más, y más… Y algunos amadores de dinero incluso están dispuestos a dejar que el evangelista igualmente amador de dinero los ordeñe. Creen que al dejarse explotar de esta forma, Dios les dará las cosas materiales que tanto codician para gastarlos en sus propios deleites y lujos.
Hay un pasaje en el Nuevo Testamento que sí habla de que Dios nos bendice materialmente. Veámoslo: “Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra; como está escrito: Repartió, dio a los pobres; su justicia permanece para siempre. Y [Dios,] que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad” (2 Corintios 9.8–11). Ya que los corintos habían dado en abundancia, Pablo les dijo que Dios era poderoso para darles más para que ellos también pudieran dar más. ¡Pero nunca para amontonarlo o para gastarlo en sus propios deleites y lujos!
El amor al dinero ahoga la palabra de Dios y la hace infructuosa. Jesús lo afirma: “El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa” (Mateo 13.22).
¿Dejará usted que la palabra de Dios sea ahogada en su vida por el engaño de las riquezas que se predica tanto hoy?
¿Dejará que el diablo lo mantenga en su trampa con la carnada de las riquezas ofrecidas por él?
¿O amará usted a Jesús, Rey de reyes y Señor de señores, el que no tenía ni donde recostar su cabeza y tuvo que quitar prestado un burro para entrar en Jerusalén?
Sigamos a ese Jesús. No caigamos en la trampa del diablo y sus compinches.
Si alguno enseña otra cosa, y no se conforma a las sanas palabras de nuestro Señor Jesucristo, y a la doctrina que es conforme a la piedad, está envanecido, nada sabe, y delira acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, blasfemias, malas sospechas, disputas necias de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad, que toman la piedad como fuente de ganancia;apártate de los tales.
Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores (1 Timoteo 6.3–10). 

Luchando contra el vicio y adoptando buenos habitos

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LA AMISTAD

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